lunes, 31 de mayo de 2010

Dato de taller y diseño de ropa en Viña


Salí airosa del matrimonio que tuve hace poco. Giannina y Roberto que ya esperan a su primer retoño (a), nos invitaron a su fiesta y después de analizar qué cresta ponerme, recordé a la Jimena Díaz y su taller de diseño y confección de ropa que siempre me sacan de apuros con sus buenas ideas y lo mejor de todo, tienen stock de telas así es que te ahorran pega.

Recurrí a un vestidito clásico, sentador y estilizador. La Jime me propuso un género negro con bordados en rojo y un lazo bajo la pechuga en raso, rojo. Quedó impeque después de pedirle que me lo hiciera bien pegado al cuerpo abajo de la cadera, tipo sirena.

Le agregué un trech negro de raso que me hizo el año pasado q me sirvió de maternal y me veía bien potable.
El único problema me sobrevino cuando en medio del bailoteo se me quebró un taco. Horrorrrrrrr... menos mal, no se me cayó y quedó apenas colgando así es que me encomendé a San Judas Tadeo y rogué para que se aguantara. seguí contoneándome sin despegar el pie derecho del parqué y me resultóoooo....Le pedí a mister O que paráramos un ratito para ir a la mesa. Me deslicé cual gacela hasta nuestra mesa para verificar la envergadura de la tragedia. Por suerte, si caminaba suavemente, daba para soportar el resto de la jornada. Prueba superada, sorteé dignamente lo que pudo ser una feroz plancha pq atrás de nosotros, había una pareja que estaba medio lateada mirando fijamente a los que estábamos métale bailando. Juraba que estaban pendientes de mi zapato, pero era más paranoia que nada.
Dejo la dirección del taller de la Jimena, "Lunazul", teléfono 2673419. Todd Evered 25, depto 17, Miraflores.

jueves, 27 de mayo de 2010

Bien por las curvas.


Me encontré la semana pasada con un blog super entrete fashionista. Se llama mahalo.blogspot.com y me quedé pegada con un post referido a las curvas. La foto es de la edició de enero del 2007 de la V Magazine. Suspiré aliviada al ver que las del biotipo L y XL tenemos un sitial dentro de la moda que es cada vez más reconocido. Feliz porque me confirma que hay para todos los gustos y el tener unos kilos de más, no es un pecado. Feliz, porque me reafirma en aceptarme y hasta gustarme con lo que natura me dio.

Cuando tenía 15 años, me odiaba por no ser flaca y por costarme un mundo poder comprame jeans bonitos. Hoy con los mismos kilos de entonces, lo que no significa que me dé por vencida en la lucha por combatir el sobrepeso, me puedo dar el gusto de encontrar ropa linda. Y hasta sentirme atractiva tal como soy.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Tu pasado te condena???? uffff.. a mí sí


Mi pasado me condena. ¿El tuyo también? . Miros mis fotos de quinceañera y horror. Qué horrible me encuentro. Hay gente que siempre fue guapa y sin problemas muestran sus fotos en fabebook por ejemplo, y bien por ellos. Lo mío es grave. Nunca tan monstruito, pero tuve mis episodios raros. Como cuando tenía 14 años y quería ser como la Estefanía de Mónaco que tenía un corte de pelo de lo más cool. A ella le quedaba regio, claro. Pues agarré un día decidida, un recortito de revista donde aparecía la díscola princesita, en los años 80. Y partí donde el peluquero. Uno bien alto que atendía en Piel de la calle Quinta, me saqué el colet rojo que se usaba muy coquetón y le dije, quiero que me cortes el pelo así.

Mi mamá como que intuía que la cosa no andaría bien con mi biotipo, mi rostro redondido y peor, mi pelo que tendía a ser crespo. Pero no logró convencerme. Conclusión? Me veía horrenda. Al quedar tan corto, tipo futbolista chileno con chocopanda, el pelo más se me ponía motúo. Fueron los peores años con un look que sencillamente, no me venía. Me acuerdo que mis amiguitos de la época, se rieron en mi cara.. menos mal que ya entonces no tenía problemas de personalidad y seguí muy digna por la vida.

Pasó un par de años y el pelo me crecía, aunque no mucho. Hasta que me las dí de rockstar y como estaba enamorada de Bon Jovi y de los chicos de Europe, me dejé una frondosa melena.. así salí de cuarto medio y el que me conozca puede encontrarme en la foto de semblanza de las egresadas en la revista del St. M.

Recién cuando entré en la U, di con un estilo más respetable. Hoy, siempre haciéndole el quite a las hondas naturales de mi cabellera, me llevo mejor con lo que natura me dio. Ayudándome con la plancha eso sí, salgo adelante con un look que me gusta más.

Para consuelo de tontos, no soy la única que reniega de su pasado. Las starlets de Hollywood también tienen sus puntos negros de los que seguro querrían olvidarse para siempre. Menos mal, que todos somos capaces de e-vo-lu-cio-nar. Y para mejor.

martes, 18 de mayo de 2010

Por qué un blog de moda


Siempre he sido trapera. Supongo que es una de las herencias que me ha traspasado mi buenamoza madre, ex reina de la U en su época, toda una diva y siempre regia en lo que al vestir y verse se trata. Desde chica, me llamó la atención la ropa y lo diferente que una se ve cuando sale a la calle bien vestidita y peinadita. No es cosa de levantarse en la mañana y colocarse lo primero que una saca del closet. No way¡ Eso no va conmigo. Lo mío es procurar verme lo más linda posible no por una cosa de querer que me miren, sino que porque algo cambia en mi actitud al salir a enfrentar al mundo. Me siento más segura en la medida que ando bien presentadita. No niego que a veces me viene la rebeldía y termino poniéndome cualquier cosa para arrepentirme al rato, al sentirme como anita la huerfanita, venida a pobre por la facha. Pues bien, este afán que siempre me ha acompañado me ha llevado eso sí a caer en algunos pecadillos, como gastarme lo que no tengo en pilchas.. Mis compañeros de pega son testigos de lo mal que lo pasé cuando me llamaba mi ejecutivo de cuenta para retarme por un sobregiro no pactado. horror¡¡¡¡¡ Pero eso es cuento del pasado y ahora voy con mi frente en alto, muy dueña de mi billetera,como corresponde a una que ya ha sido mamá y tiene que apechugar con la mantención de una criatura.
El que ahora esté más recatada en mis gastos de closet no significa que haya dejado de gustarme esto de la moda y el estilo. Por el contrario, disfruto viendo revistas, sitios de internet con lo último que se lleva en hollywood y decidí que es tiempo de llevar una bitácora personal en la cual ir conservando el material que me llama la atención.
Por lo pronto, para este segundo post, debo reconocer que no descubrí la pólvora. En la blogósfera, hay cientos de blogs aficionados y otros más duchos, en esto de comentar acerca de la moda y de cómo se visten los famosos que suelen andar con ropa de diseñadores. Estoy y estaré de seguro, lejos de hacer análisis al nivel de un conocedor y de un profesional en la materia, pero como opinar es gratis, me lanzo a la aventura de hacer mi modesto aporte a mi pinta, en mi estilo, procurando siempre hacerlo con una bajada local... esto es, aterrizándolo a lo que tengo a mi alcance: la realidad que tenemos en Viña y a lo más, cuando de vez en cuando, Santiago que para mí, es como si fuera a la Quinta Avenida, comparado a lo fome y pobre que es la oferta en tiendas de ropa en esta bella pero pequeña ciudad jardín. El día que vuelva a viajar off shore (que dios me oiga y el diablo se haga el sordo para que sea luego), podré enriquecer mis post. Mientras tanto, partiré con lo que se me vaya ocurriendo y que tenga que ver con esta verdadera industria que es hoy, la moda. Convencida, de los bloggers se están tomando el poder.

lunes, 17 de mayo de 2010

tengo un matrimonio....qué me pongo¡¡¡¡




Tengo un matrimonio. Falta una semana y no alcancé a bajar esos malditos 10 kilos que todavía me acompañan desde mi reciente embarazo. Aunque debo reconocer que ya la criatura está bastante crecidita como para excusarme en eso. No es que se ponga los pañales solo... tiene tan solo ocho meses, pero ya debiera estar recuperada. Digo... comparado a otras afortunadas que quedan tan sílfides como siempre, y aquí no ha pasado nada. Pues soy distinta ¿ok? Soy de aquel biotipo que con apenas dos meses "en estado", ya me había echado encima seis kilos. Horror... mi ginecólogo me dijo en uno de los controles sin asco, que era la paciente que más había engordado. No le creí al Erasmo (así se llama mi doc), pero sali casi llorando de la consulta, lo que alcanzó para dejar de comer chocolates como si estuviera en país en guerra.


Para variar me estoy yendo por las ramas y a lo que quiero llegar es que estoy en aprietos. Soy pretenciosa y más encima me encanta la ropa y verme bien. Me encanta la moda, el estilo y vestirme especial. Nunca repetida y siempre buscando cómo innovar. Pues bien, el verme enfrentada a una invitación a un matrimonio me tiene en un problema. Cómo verme lo más decentita posible, disimulando lo watona que estoy.


Por cierto, una excusa además para relanzar un blog. Tuve uno hace un par de años. Una experiencia que atesoro y de la cual aprendí que no hay que contar tantas intimidades. Menos si tu pareja es algo celosillo. Cuando colgué la pluma, mucha gente lamentó que optara por algo tan drástico. Lo cerré de un minuto a otro. Sin pensarlo mucho, y me arrepentí después. Pasó el tiempo y ahora que estoy en un diplomado de medios digitales me di cuenta que una periodista compo yo, que se precia de ser harto buena en lo que hago, no puede quedarse atrás en los nuevos soportes de comunicación que hay que le permiten a uno, desde su casita y desde un humilde notebook, lanzarse a la aventura de publicar.

Ya era hora de volver a las pistas así es que a propósito de mis preparativos para el matri, resucito a Piggy Sue. Arranco casi con páginas en blanco. Sin un template lindo y estiloso, a la espera de que amigas como la Caco o la Carla me puedan auxiliar para ir dándole más honda a este proyecto. Como muchas cosas que he emprendido en la vida, tirándome a la piscina sin prepararme ni pensarlo mucho, acá voy¡¡¡¡¡¡¡